En un futuro próximo, el
tricampeón de velocidad Jensen Ames (Jason Statham) es todo un experto a
la hora de sobrevivir en el desértico paisaje en el que se ha
convertido el país. Cree haber cambiado de vida, pero el ex convicto es
acusado de un terrible crimen que no ha cometido. La alcaidesa de
Terminal Island (Joan Allen) le obliga a ponerse la máscara de
Frankenstein, un favorito del público al que parece imposible matar, y
le da dos opciones: competir o pudrirse en una celda. Con el rostro
escondido detrás de la máscara metálica, el preso deberá sobrevivir a
los tres días más terribles de su vida, enfrentándose a los peores
criminales procedentes de las cárceles más duras del país si quiere
salir libre. Al volante de un monstruoso coche armado con
ametralladoras, lanzallamas y lanzagranadas, este hombre desesperado
será capaz de destruir todo lo que encuentre a su paso para ganar el
juego de masas más retorcido de la tierra.